¿Cómo los políticos y los medios distorsionan lo público?

ISRAEL ARAUJO, BLOGGER INVITADO

Una de las creencias más importantes que la gente tiene sobre los políticos,  es que hacen lo que las encuestas les dicen que hagan. Escuchamos muchas quejas sobre la falta de un liderazgo fuerte, de que los políticos indaguen en lo que la gente quiere y lo hagan realidad, o al menos se acerquen bastante.

Entonces la idea que la política está dirigida por las encuestas, crea  la impresión de que el sistema político puede tener todo tipo de problemas, peor en el fondo es responsable ante la opinión pública.

Pero cuando piensas a mirar a la opinión pública más detenidamente, lo que descubres es que la idea de que la política está guiada por las encuestas, es en realidad un  mito.

“Hay un gran apoyo en los Estados Unidos a un amplio rango de políticas. Las encuestas muestran que la mayoría apoya el aumento de gasto en zonas pobres, más gastos y regulación en medio ambiente, más gasto en educación, más gasto en sanidad. También vemos que una mayoría aprueba un aumento en el salario mínimo, estricto control sobre las armas, y reformas en la financiación de las campañas.  En otras palabras, si la política realmente estuviera dirigida por las encuestas, entonces favorecerían todo un rango de medidas liberales o de izquierdas, pero de hecho no lo hacen”.  Justin Lewis

La pregunta que se plantea es cómo en una democracia está gran diferencia entre lo que la gente quiere, y lo que los representantes persiguen es posible.

COBERTURA MEDIATICA

Así ¿cómo explicamos esta contradicción entre el mito de que los políticos representan al público, y la realidad de que la mayoría de los asuntos económicos, de hecho ignoran la opinión pública?

Veamos como los medios de comunicación informan sobre la opinión pública. Cuando los medios informan sobre los resultados de una encuesta, lo que realidad hacen es contarnos una historia sobre lo que es la opinión pública más que reflejarla.

Ellos construyen cómo entendemos a la opinión pública. Y los medios informativos tienen mucho poder aquí, puesto que eligen, qué preguntas hacer y cuáles no.

La opinión de la gente corriente normalmente sólo cuenta en tanto, en cuanto se ajusta a esa situación.

La influencia de los medios de comunicación en la opinión pública ha sido estudiada desde hace muchos años. Sabemos por ejemplo que los medios frecuentemente juegan un papel de “establecimiento de una agenda”. El interés público sobre un asunto tiende a seguir la cobertura mediática sobre esos problemas, más que en cualquier otro cambio en el mundo real.

Hace unas décadas la degradación del medio ambiente, asuntos como el calentamiento global, la destrucción de las selvas, la contaminación crónica del agua, aire y tierra empezaron a tener una cobertura informativa adecuada. De acuerdo con esto las encuestas sugerían que estos eran los temas más importantes para la gente, pero entonces los medios de noticias empezaron a perder interés, y aunque la mayoría de los problemas ambientales están, de hecho, yendo a peor, las encuestas mostraban que el interés de la gente disminuía.

El poder de los medios para decidir cuáles son los asuntos importantes, guarda relación sobre lo que los medios informan, y lo que no.

La influencia de los medios es sutil pero profunda. Los medios pueden ayudar a configurar, o modificar lo que conocemos sobre un asunto.

IDEALES DEMOCRATICOS

Es interesante mirar atrás y ver lo que la gente pensaba para lo que servirían las encuestas cuando fueron ideadas por primera vez.

Por ejemplo cuando. George Gallop, empezó a refinar y desarrollar el arte de las encuestas de opinión pública en la primera mitad del siglo XX, lo vio como la llegada de una era más democrática.

Para él la tecnología de la encuesta de opinión significaba la intromisión del público en el proceso político, no estaría limitada nunca más por unas elecciones cada pocos años.

La élite política puede de hecho hacer lo que la gente quiera que haga en bastantes asuntos concretos.

Ahora casi un siglo después vivimos en una cultura saturada de encuestas. Y la pregunta es ¿cómo esa visión democrática se ha realizado?, ¿son los políticos responsables ante la opinión pública?, y desafortunadamente se cree que más que ser un mecanismo para extender la democracia, las encuestas de opinión pública son usadas y difundidas de formas muy selectivas para ajustarse a la agenda de las élites políticas.