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| Por: Ivonne Pazmiño |
COMUNICACIÓN PERIODÍSTICA PRIVILEGIO DE POCOS
Desde el punto de vista epistemológico la opinión es un estado de creencia común que tiene una colectividad respecto a determinado asunto y en relación con la actividad periodística hay que iniciar desde una perspectiva deontológica en donde el respeto a la verdad y la justicia son una aproximación de la objetividad.
En días anteriores la presentadora de Teleamazonas Janeth Hinostroza en su programa matutino las Mañanas 24 Horas dijo, “esta es la penúltima semana que este programa estará al aire. A partir del último día de la próxima semana, que puede ser el 30 o el 31 de diciembre, este programa saldrá totalmente del aire, así como todos los de opinión de Teleamazonas”.
Para el escritor García Gimeo el principio deontológico exige a un comunicador la información precisa, exacta y completa, que no puede obtenerse sin las verificaciones necesarias. Si el imperativo de la rapidez, en la que constantemente vive sumergido el periodista le impide la verificación total de los hechos, deberá tener la honradez de presentar como dudoso y provisional todo lo que reclama confirmación o precisión ulterior.
Entonces ¿Qué tipo de información afirmó la presentadora? ¿Fue verificada? y más aún ¿qué quiso lograr?
Si se habla de verdad y justicia como principio deontológico la presentadora informó algo que primero no estaba 100% verificado ni ratificado por las autoridades del medio, y peor aún faltó al principio fundamental de un comunicador que es la verificación de la información.
Pero ¿Cuál fue el mensaje implícito?, ¿Existe presión?
Hay que saber leer entre líneas, todo mensaje y más aún el periodístico tiene una carga de intencionalidad y si se habla de cierre de programas de opinión se está negando en cierto modo la libre expresión, el pensamiento crítico propositivo, junto con la perspectiva dialéctica que ayuda a la solución de problemas.
De suceder esto se está regresando entonces a un proceso mecánico de recopilación, selección, ordenación y difusión conociéndose este proceso como mecanicista. ¿Es esto lo que queremos? ¿Dónde queda entonces la capacidad de analizar y establecer críticas constructivas que ayuden a la ciudadanía a esclarecer temas que desconoce o no comprende?
Todos nos comunicamos pero una Comunicación Periodística seria y honesta es un privilegio de pocos, por eso un buen periodista no busca el sensacionalismo producto de informaciones no confirmadas, un buen comunicador es la persona que indaga la información y la pone en consideración de la opinión pública con el fin de orientar y buscar el bien común en un ambiente democrático, libre y de participación.
